El príncipe rana
Había una vez un bosque en el que había un lago en donde había una princesa. La princesa jugaba con una pelota, esta se cayó al lago y ella lloraba. En el lago había una rana que le preguntó a la princesa: “¿Porqué lloras?”
La princesa le contó a la rana sobre su pelota, ella la ayudaría si se volvía su amiga; la princesa tenía que comer y dormir con la rana, dijo: “Sí, yo soy tu amiga, ayúdame”. La rana la ayudó, le dio la pelota y la princesa feliz se fue, dejando a la rana; esta le gritó pero ella se fue.
La princesa se fue al castillo; al día siguiente cuando todos comían tocaron la puerta, ¡era la rana! La princesa la cerró y la rana tocó otra vez. El rey le preguntó a la princesa: “¿Quién es?” Ella le contó todo y él dijo: “Cumple tus promesas”.
La rana entró al castillo y comió del plato de la princesa, después esta dijo: “Llévame a tu cuarto a dormir”.
La princesa estaba enojada, la llevó y la rana durmió en su cama. Después de tres días, la princesa despertó y la rana era un príncipe que le dijo que una bruja lo había hechizado y ella rompió el hechizo; se casaron y vivieron felices.