Los músicos de Brema
Un hombre tiene un burro que trabaja mucho. Pero el burro se pone viejo y está cansado de trabajar. El amo no quiere más al burro porque no puede trabajar mucho. El burro escapa y camina hacia la ciudad de Brema. El burro quiere trabajar como músico en Brema.
En el camino, el burro se encuentra con un perro cazador. El perro está cansado de correr. “Pareces muy fatigado, amigo,” le dice el burro. “¡Ay!” dice el perro, “como ya soy viejo y estoy muy débil y ya no sirvo para cazar, mi amo quiere matarme. “Pero, ¿qué voy a hacer?” – “¿Sabes qué?” dice el burro. “Yo voy a Brema, quiero trabajar como músico de la ciudad. Ven conmigo y entra también en la banda. Yo voy a tocar el laúd, y tú puedes tocar los timbales.” El perro acepta el consejo y caminan juntos hacia Brema.
Luego se encuentran con un gato con hambre. “¿qué pasa, bigotes?” pregunta el burro. Mi ama quiere ahogarme porque ya no cazo ratones. “¿Qué voy a hacer?” Ven con nosotros a Brema y entra también en la banda de música. El gato acepta el consejo y caminan los tres a Brema.
Más tarde, llegan los tres animales a una finca. Un gallo cacarea en el portal. “ Gritas mucho”, dice el burro.”¿Qué te pasa?”- Mañana es domingo y vienen invitados a la finca. Mi ama, que no tiene compasión, quiere comerme. Por eso grito mucho. “¡Bah, cresta roja!” dice el burro. Ven con nosotros a Brema y entra también en la banda de música. Tienes buena voz. El gallo acepta el interesante consejo y caminan los cuatro a Brema.
Ya es de noche y no pueden llegar a la ciudad. El gallo sube a un árbol. En la distancia, el gallo ve una luz. Los cuatro animales deciden ir a ver la luz. Cuando llegan a la luz, encuentran una casa de bandidos. El burro observa por la ventana y ve una mesa con comida y bebida. También ve a unos bandidos que comen la comida. Todos los animales tienen mucha hambre. Ellos quieren expulsar a los bandidos de la casa. Entonces los animales deciden cantar a la vez. El burro rebuzna, el perro ladra, el gato maúlla y el gallo canta. También deciden entrar por la ventana. Con el ruido de los cristales y la horrible música, los bandidos se levantan con mucho miedo y se van hacia el bosque. Los cuatro amigos se sientan a la mesa y comen muchísimo. Cuando terminan el banquete, todos están muy fatigados y se van a dormir.
A media noche, los bandidos observan desde la distancia que no hay luz en la casa y todo está tranquilo. El capitán envía a un bandido a explorar la casa. El bandido encuentra todo tranquilo. Va a la cocina para encender la luz. El bandido piensa que los ojos brillantes del gato son brasas encendidas y aplica un fósforo sobre ellos. El gato araña al bandido. Luego, el bandido corre hacia la puerta y el perro le muerde la pierna. Cuando el bandido corre por el patio, el burro le da una patada. Finalmente, el gallo con todo aquel ruido, se despierta y canta “¡Kikirikí!”
El bandido, con mucho miedo, corre hacia el capitán y le dice: “¡Uf!, en la casa hay una horrible bruja que me arañó la cara con sus largas uñas. Y en la puerta hay un hombre con un cuchillo que me cortó la pierna. En el patio hay un monstruo negro que me golpeó, y en el tejado hay un juez que gritó “Traigan al ladrón aquí”. Menos mal que pude escapar. Los bandidos nunca más fueron a la casa. Los músicos de Brema disfrutaron de la casa y nunca la abandonaron. Y si usted no quiere creerlo, pues vaya a verlo.