Alex Se Muda a España

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Son las siete y media de la mañana el lunes y Alex García se despierta para ir a la escuela. A Alex, le encanta la escuela. Pero, no le encanta despertarse temprano para ir a la escuela. A Alex, no le encanta despertarse temprano. Después de vestirse, Alex va a la cocina para desayunar. Alex desayuna cereales porque le gustan mucho los cereales. Alex desayuna Cheerios. Le encantan Cheerios.

  • << Alex, ¿cómo te sientes? >> la mama de Alex pregunta.
  • << Muy bien mama. Quiero a ir a la escuela porque me encanta escuela. >> el responde.
  • << ¡Muy bien Alex! Siempre te debería encantar la escuela. Es muy buena para aprender muchas cosas. >> dijo su madre.

Después de desayunar, Alex se cepilló los dientes y fue a la escuela en autobús. A Alex le gusta ir en autobús, pero antes no le gustaba. Alex solía tener miedo de tomar el autobús, pero no tiene miedo ahora. Alex llega a la escuela y baja del autobús. La primera clase del día es la clase de Matemáticas. A Alex le gustan las matemáticas porque le gustan los números. Además, le gusta resolver los problemas. Después de la clase de Matemáticas, Alex va a las clases de Lengua y Literatura e Historia. A las doce y media los estudiantes almuerzan. Después de la hora de comer, Alex va a la clase de Biología. Por último, Alex tiene la clase del español. El español no es fácil para Alex. Le gusta el español, pero no entiende el idioma. Alex es español, pero no habla nada de español. Su padre es de España, específicamente de Granada. Sus padres quieren que Alex aprenda español, pero Alex no quiere hacerlo. Ahora, Alex vive en Nueva York. A Alex le encanta Nueva York y su escuela.
Es el fin del día escolar y Alex se sube al bus escolar. Ve a su amigo y se sienta junto a él.

  • << Mike, ¿cómo estás? >> Alex preguntó.
  • << Estoy bien. Fue un día largo. La clase de español no fue buena ¿qué crees? >> Mike respondió.
  • << No me gusta la clase de español nada. Pienso que la clase fue mala. >> dijo Alex.

En camino a casa, Alex pensó en sus padres y en Granada. Su padre es de España y la echa de menos mucho. Pero Alex no quiere ir a España. Si no le gusta el idioma de España, está seguro de que no le gusta el país de España.

Alex llega a su casa y entra. Sus padres están preparando la cena y los niños ponen la mesa para cenar. Alex, su hermano Santiago, su hermana Sofía, y sus padres se sientan a la mesa para cenar juntos. Hay pollo y arroz. A Alex le encanta el pollo y arroz. Cuando la cena termina, su mamá les dice a los niños:

  • << ¡Tenemos que hablar con todos en el salón! >>

Los hijos se sientan en el salón y miran a sus padres, nerviosos.

  • << ¡Vamos a mudarnos a Granada en tres semanas! >> dice la madre de Alex

En este momento, la vida de Alex cambió para siempre…

Hoy es el día de mudanza. Hace dos semanas, los padres de Alex le dijeron que iban a mudarse a Granada, España. Alex no quiere mudarse. Quiere quedarse en Nueva York con sus amigos. Los amigos de Alex son simpáticos. A Alex le gustan sus amigos y quiere quedarse en Nueva York, con ellos. España está demasiado lejos, así nunca puede jugar con sus amigos.

  • << Mama, ¡no quiero ir! >> le dijo Alex a su madre.
  • << Qué lástima. Tenemos que irnos de aquí. ¡Sé que te va a encantar! >> su madre le respondió.
  • << Ugh lo que sea! >> contestó Alex, con enojo.

A Alex no le gusta esta situación nada. No quiere irse de casa nada. Alex quiere quedarse en su hogar y divertirse con sus amigos. A Alex le gusta divertirse. Piensa que no va a ser divertido en España, pero es divertido aquí.

Alex y su familia van al aeropuerto. Su familia está emocionada por ir, pero Alex no está emocionado. A Alex no le gustan los aviones porque son grandes y ruidosos. Alex tiene miedo de volar en el aire. Su familia embarca en el avión y Alex se sienta al lado de su padre.

  • << Vas a aprender sobre tu familia. Quiero que aprendas español. >> le dijo su padre.
  • << No quiero hacerlo, Papá. No quiero ir a España. Quiero quedarme aquí. >> Alex contestó.
  • << Te va a encantar. ¡Te va a gustar la escuela en Granada también! >> dijo su papa.

A Alex le gusta la escuela. Le gusta aprender. Quiere aprender en su nueva escuela. Alex piensa en la escuela en el avión. Mientras duerme, sueña con su nueva escuela y sus amigos en Nueva York…

  • << ¡Despiértate, Alex! ¡Estamos en España! >> dijo su papa.

Alex se despierta y mira fuera de la ventana. Está soleado y no hay nubes. Alex no está nada emocionado. Quiere volver a Nueva York. También, Alex no sabe español. Alex no quiere aprender español, pero tiene que aprenderlo en la escuela.

Alex y su familia llegan a su casa. La casa es grande, azul, y tiene una puerta blanca. A Alex le gusta la casa porque le gusta el color azul. La casa es más grande que su casa en Nueva York. También, la casa tiene un jardín. A su mamá le encanta el jardín.
Es la noche y Alex está cansado. Alex se acuesta y mientras duerme, sueña con su vida nueva en España.

Alex se despierta a las siete y media de la mañana. Es su primer día de la escuela. Alex está emocionado, pero no quiere conocer a personas nuevas. También, Alex no puede comunicarse con las personas porque no habla nada de español. Alex, Andrés, y Sofía desayunan y su padre los llevan a la escuela en coche para su primer día.

  • << Vas a tener un muy buen día. ¡Vas a conocer a muchas personas! ¡Quizás, va a hacer un amigo!” >> le dijo su papa a Alex.
  • << ¡No quiero! >> Exclamó Alex tristemente.

Alex llega a la escuela y camina a su primera clase: español. No le gusta nada el español. Pero, para comunicarse con otros, tiene que aprenderlo. También, no va a comprender lo que los profesores dicen porque todos los otros estudiantes hablan español y Alex no habla español.
Alex se sienta al fondo de la sala y mira al estudiante a su derecho. Tiene el pelo castaño y los ojos marrones. Está llevando una camiseta roja, pantalones caquis, y zapatos negros. El chico le saluda a Alex:

–           << ¡Hola! Soy Mateo. ¿Cómo te llamas? >> preguntó Mateo.

–       << Me llamo Alex. No sé mucho español porque soy estadounidense. >> le dijo Alex a Mateo.

–           << Ningún problema. Quizás puedo enseñarte español. >> contestó Mateo.

–           << ¡Sería fantástico! Entonces, ¿podemos ser amigos? >> le preguntó Alex.

–           << ¡Sí, podemos ser amigos! >> le respondió Mateo.

Alex y Mateo pasan todo del día juntos. Ahora, son muy buenos amigos. Alex aprende mucho de Mateo. Mateo tiene tres hermanos: dos hermanas y un hermano. A Mateo le gusta la escuela como a Alex. También, a Alex y Mateo les gustan los mismos cereales: ¡los Cheerios!
Cuando las clases terminan, Alex le dice adiós a Mateo y sale de la escuela. El papá de Alex les está esperando enfrente de la escuela a Alex y sus hermanos.

  • << ¡Hola hijos! ¿Cómo fue su primer día de la escuela? >> les preguntó su papa.
  • << ¡Muy bien! Conocí a un amigo nuevo y me gusta tener un amigo en un lugar nuevo. >> le contestó Alex.
  • << ¡Qué bien! Te dije que te encantaría España. >> le dijo su papa.
  • << Sí. Tal vez no es tan malo. >> le respondió Alex.

La familia de Alex llega a casa. Alex sube a su cuarto y hace sus deberes. A Alex no le gustan los deberes, pero le encanta la escuela. También, su profesora de español le dio tarea extra porque él necesita aprender el idioma. A Alex no le gusta el español, pero le gusta que Mateo quiera enseñárselo. Alex se lleva bien con Mateo, especialmente porque Mateo puede comunicarse con Alex. Mateo fue la única persona que habló con Alex en la escuela hoy. Los otros estudiantes no lo saludaron a Alex, pero Alex está feliz.

  • << ¡La cena está preparada! >> le gritó su mama de abajo.
  • << ¡Ya voy! >> Alex le respondió.

Alex llega abajo y se sienta a la mesa. Alex ve la mesa. Hay pollo, arroz, frijoles, y un pastel de chocolate para el postre. A Alex le encanta el postre porque le encanta el chocolate. La familia llega a la mesa y se sienta.

  • << ¡Vamos a comer! >> exclama Alex.

Mientras la familia cena, Alex piensa en su nuevo amigo Mateo. Al final de la cena Alex le dice a su familia:

  • < Conocí a un amigo nuevo hoy. >>
  • << ¡Oh! ¿Una chica? >> preguntó Sofía.
  • << ¡Ay, no! Su nombre es Mateo y él está en mi clase de español. ¡Él va a enseñarme español! >> exclamó Alex.
  • << ¡Muy bien Alex! Estoy muy feliz y orgullosa que tú tengas un amigo. ¡Te va a encantar España más de lo que pensabas! >> le dijo su mama.
  • << Creo que tienes razón, Mamá. >> le dijo Alex.

Después de limpiar la mesa, Alex sube a su cuarto. Alex hace sus deberes y luego se acuesta. Antes de dormirse, Alex piensa de su día. A Alex le gusta tener un amigo. Mateo es un buen amigo porque él es simpático y amable. Luego, Alex se duerme…

Dos semanas ya pasaron y Alex se despierta para prepararse para ir a la escuela. Alex y Mateo son mejores amigos. Hoy, Alex va a ir a la casa de Mateo después de la escuela.

  • << ¡Vámonos papa! Me encuentro con Mateo enfrente de la escuela. >> le dice Alex a su padre.
  • << ¡Está bien Alex! Vámonos. >> le contesta su papa.

Alex, su padre, y sus hermanos llegan a escuela. Alex ve a Mateo y camina hacia Mateo.

  • << ¡Hola Mateo! ¿Cómo estás? >> le pregunta Alex.
  • << ¡Muy bien! Pero, no puedes venir a mi casa hoy. >> le dice Mateo.
  • << ¿Por qué no? ¡Pensé que eras mi amigo! >> le dice Alex, con ira.
  • << Porque no podemos ser amigos. No hablo el mismo idioma que tú y no entiendo tu cultura estadounidense. También, mi mamá no quiere que pase el rato con un chico de los Estados Unidos. Ella piensa que ustedes son malos y antipáticos. >> le explica Mateo.

Alex se sorprende por sus palabras. Alex corre al baño. Se sienta en el suelo del aseo y empieza a llorar. Alex no entiende por qué Mateo no quiere ser su amigo. Alex se lleva muy bien con Mateo porque él fue su primer amigo. Pero, ahora, Alex no tiene un amigo porque Mateo lo odia. Alex quiere volver a Nueva York porque ya no tiene amigos en Granada. Alex llama a su padre para ir a casa.

  • << ¿Papa, puedes llevarme a casa? Mateo me dijo que él no puede ser mi amigo. Quiero volver a Nueva York y pasar el rato con mis amigos allí. >> le dijo Alex tristemente a su padre.
  • << Voy a buscarte y llevarte a casa. Podemos hablar en casa. >> le dijo su papa.

El padre de Alex llega a la escuela. Alex y su papa van a casa. Llegan a casa y Alex corre a su cuarto y llora. Alex quiere volver a Nueva York. Ya no tiene un amigo en Granada.

  • << ¡Papa! Quiero volver a Nueva York. ¡Ya no quiero quedarme aquí! Mateo me dijo que no puede ser mi amigo. Él no puede ser amigos con los estadounidenses. >> le explicó Alex a su padre.
  • << ¡Ay no! Lo siento, Alex. Mateo no sabe lo simpático y amable que eres. Quizá puedes hablar con él. Él va a querer ser amigos cuando sepa que tu nacionalidad no afecta tu amistad. >> le aseguró su papa.
  • << Muy bien. Voy a hablar con Mateo mañana en la escuela. Voy a ayudarlo a entender que podemos ser amigos a pesar de que somos de países diferentes. >> le contestó.

El próximo día en la escuela Alex camina hacia Mateo para hablar con él. Alex está nervioso, pero quiere tener un amigo otra vez.

  • << Hola Mateo. Quiero explicarte que no me gusta lo que me dijiste ayer. Podemos ser amigos. No importa que somos de diferentes países porque también somos humanos. Quiero ser tu amigo. ¿Quieres ser mi amigo otra vez? >> le preguntó Alex.
  • << ¡Por supuesto! ¡Sí! Hablé con mi mama también. No voy a permitir que mi mama decida quién puede ser mi amigo. Quiero aprender sobre tu vida en los Estados Unidos y voy a decirte todo sobre mi vida aquí en Granada, España. >> le dijo Mateo.

Los amigos caminan a clase juntos. Alex le cuenta a Mateo todo sobre su vida antes de mudarse a España. A Mateo le encanta aprender sobre la vida de una persona de otro país. A Alex le encanta aprender sobre su nuevo hogar. ¡Seguro que los chicos van a ser amigos durante mucho tiempo!

EL FIN

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