La Bella Durmiente
Érase una vez un rey y una reina, estaban tristes porque no tenían hijos. Un día la reina tuvo un bebé, era una niñita, el rey y la reina estaban tan felices.
Hubo una alegre celebración. El rey invitó a su familia y además a doce brujas, ellas eran buenas y tenían dones mágicos, pero no se invitó a una bruja, ella fue cruel.
La celebración fue maravillosa; las doce buenas brujas dijeron:
– “El bebé será amable”.
– “El bebé será inteligente”.
– “El bebé será noble y bueno”.
De repente, llegó la cruel bruja, estaba furiosa. ¡Ella no fue invitada! Dijo:
– “En quince años el bebé se pinchará el dedo con un huso y morirá”.
Entonces la cruel bruja abandonó el palacio; hubo un silencio total; el rey y la reina se sorprendieron. Finalmente, una buena bruja dijo:
– “Es imposible cambiar completamente este futuro, la princesa se pinchará el dedo con un huso… pero la princesa no morirá, ella dormirá, dormirá por cien años”.
El rey y la reina estaban tristes, entonces el rey ordenó quemar todos los husos del reino.
Pasaron quince años, la princesa ya no era un bebé, era elegante, inteligente y noble.
Un día apareció una mujer, tenía un huso. ¡Era la bruja cruel!
– “Hola” dijo la princesa. “¿Qué es eso?”
– “Es un huso” dijo la mujer.
– “¿Un huso?” Dijo la princesa curiosa.
La princesa tocó el huso y se pinchó el dedo, inmediatamente se durmió; todos los que habitaban el castillo se durmieron, el rey, la reina y los sirvientes.
Han pasado los años, pasaron cien años.
Un día llegó un príncipe al castillo, lo exploró. ¡Él estaba sorprendido! Todo el castillo estaba dormido. El príncipe continuó… y vio a la princesa; la amaba, ella era hermosa, la besó y cuando lo hizo se despertó. El rey y la reina se han despertado. El rey dijo: “¡Gracias!” Vio que el príncipe estaba enamorado de la princesa y ella también amaba al príncipe. Finalmente, ambos se casaron, hubo otra fiesta feliz y todos estaban muy contentos.